Cada día pierdo una lágrima más.

Quiero callar y no volver a hablar, quiero encerrarme en mi cueva acurrucada contra mis  propias piernas y la pared, sintiendo como la fría roca se clava en mi espalda e insensibiliza poco a poco mi cuerpo., mientras pienso ¿por qué no me hablas? ¡Sigue hablándome!! No me entiendes. ¿Por qué? Es muy sencillo.
Cada día  pierdo una lágrima más,  y la única persona que quiero que la borre eres tú, que borres su rastro con tus labios. Quiero enterrar el rostro en tu pecho y olvidar lo que piensas. Olvidar el dolor, olvidar que  un cada día pierdo una lágrima más. Entonces llega el momento en que ni yo lo entiendo y todo se vuelve irracional. Solo se que nada es justo. Es absurdo lo difícil  que resulta para todo el mundo animarme, ni siquiera pido que me saquen una sonrisa, solo que cojan mi mano. Y es curioso como el dolor se incrementa mientras estoy sola en mi habitación, y al otro lado de la pantalla hay mucha gente, gente que estará riendo, divagando en ensoñaciones sobre otros usuarios.  pero eso da igual porque yo no siento que halla nadie. Me pongo mis cascos y comienzo a pensar, y al final vuelvo a comprobar que cada día pierdo una lágrima más.
Y río sarcásticamente, porque la única persona que podría haberme hecho sonreír parece darle igual. Simplemente dice, "¿as acabado ya?" Como si fuera una simple mosca que zumba en su odio y le molesta. Entonces el golpe duele  aun más, porque la única persona que quiero que me abrace me aparta como se apartaría a un vulgar insecto. Mi mirada se pierde y no la puedo enfocar, mi vista se nubla mientras poco a poco me resquebrajo como una antigua gárgola mirando la oscuridad. Y simplemente compruebo, que cada día pierdo una lágrima más.

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